
Hoy quiero hablar de uno de
esos elementos en los que casi nunca pensamos, ese personaje secundario en
nuestra planificación de los contenidos y materiales instruccionales, ese
elemento que a veces por miedo y costumbre limitamos a dos o tres opciones.
Hoy les quiero hablar sobre
la tipografía de la que hacemos uso para transmitir nuestros mensajes y la que
a final de cuentas, será el canal más duradero con nuestro público o grupo
estudiantil.
Tipografías típicas:
Es bastante común, que a la
hora de presentar un trabajo de investigación, sin importar el nivel que
estemos cursando, ya en el manual metodológico se nos indiquen dos tipos de
fuentes tipográficas de las que podemos echar garra. Una de ellas es Arial y la
otra es Times New Roma.
Sin embargo, todos los días
millones de diseñadores y personas amantes del diseño en general, crean cientos
de alfabetos llamativos, divertidos, dramático e inspiradores. Los que podrían
ayudarnos a transmitir nuestro mensaje de mejor manera.
La tipografía comunica:
Más allá de un mero uso
estético, la tipografía por si misma comunica y sobre todo ancla.
Google lo ha demostrado con
sus últimos cambios en plataformas como Youtube o su mismo buscador. Las letras
generan identidad y además afectan los procesos cognitivos de las personas.
Una letra tipo victoriana
nos transporta de forma automática al pasado, así como los trazos finos nos dan
la impresión de elegancia. Si el tipo de letra por si misma, guarda tanta
información para las personas, no es descabellado pensar que si utilizamos
fuentes tipográficas especificas en nuestros materiales didácticos, esto
ayudaría a nuestros estudiantes a anclar mucho mejor el conocimiento.
Si se parece a mí lo
entiendo:
En realidad ya se ha
demostrado que las tipografía tipo Script o a mano alzada, son mejores de
asimilar por los estudiantes o cualquier persona que asista a una conferencia.
La razón, es que desde que el hombre pudo trazar un símbolo gráfico, su forma,
contornos y estilo, quedo grabada en la memoria colectiva de la humanidad.
Todos hemos escrito miles de páginas a lo largo de nuestro proceso educativo,
hasta no hace poco, no se contaba con una laptop, notebook, Tablet o
Smartphone, que nos agilizara la tarea. Es por esta razón que las tipografías
que asemejan la escritura del hombre, son las más adecuadas para presentaciones
y ejemplos en los materiales didácticos.
Que tener en cuenta:
Pero ojo, no todas las
tipografías que asemejan la letra del hombre son fáciles de entender. Para que
estas sean efectivas, deben:
Ser tipo letra molde, es
decir no ser cursivas.
Debe entenderse cada símbolo
por separado.
Tener un grosor que permita
su fácil lectura.